22 de agosto de 2006

EL CÓDIGO DEL SILENCIO

Ahí está el código del silencio inquebrantable,
braceándose en un espejismo de mar,
en donde flotan los restos de un naufragio.
Se presenta ante mí sin introducciones,
como suplicándome que lo desenvuelva;
se refugia en mi mirada turbia de penas
para ojear de adentro la lluvia que sale fuera.
Hace posta en un parador de grises muros
con nácares y hiedras trepándose entre ellos.
Ladrillo a ladrillo teje una torre en la que se encierra,
murmura aprisa una melodía de suave aspereza,
tima poco a poco la oscura morada de mi alma espesa.
Este silencio que escala por mis pilares quiebra mi canto,
coloreando melodías de encono y desesperación.
se apodera de mi garganta y no deja expresarme,
levanta el rascacielos que de vos me alejó.

No hay comentarios.: