rayando la niebla húmeda.
Eras compañía junto a un café caliente,
reconfortando las noches frías.
Eras la semana de la dulzura:
regalabas todo por un beso.
Eras un cofre de risas
y una jaula de abrazos,
Un romántico empedernido,
un chistoso instantáneo.
Eras como las golondrinas,
cuando llegabas traías el verano.
Eras el hombro mullido,
la mano incorruptible.
Eras y serás la imagen perdurable
de mi hombre ideal,
serás el hueco que no he de llenar
la mejilla que no he de besar,
el cariño que nunca ha de acabar,
el recuerdo callado inmerso en el mar.
Serás confidente de mis sueños,
consuelo de mis desalientos
Serás tijera de mis proyectos
y pegamento de mis metas.
Serás luz en mi camino,
tendrás mis momentos compartidos,
Serás agua y serás trigo
nutriendo mis ganas de vivir.
Serás energía rozando mi mente,
siempre conmigo aunque estés ausente,
Serás vidente de mi suerte,
un maletín de enseñanzas latentes.
Para mi papá, mi ángel guardián...
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