17 de septiembre de 2006

Cobarde

Soy cobarde en mis lágrimas dolorosas, en mis lamentos cuajados,
en la manera que camino por este mundo ensangrentado.
Soy cobarde porque reconocí parte del entramado del destino
pero no intervengo para remendar lo que está a mi alcance;
que me inunde no es excusa para no seguir nadando,
que sea demasiado grande no significa que sea inabarcable.
Soy cobarde y sé que hay muchos cobardes como yo,
que miramos este pedazo de la vida universal muriéndose de a poco.
Me pregunto si el común de la gente algún día entenderá.
Me pregunto si a todos les duele como a mí la humanidad.
Refugiándome en mundos virtuales, no se escuchan corazones,
esquivo los llamados desesperados en un rincón acolchado,
tratando siempre de no ver las vibraciones de mi alma
tratando de disimular que no soy como los demás creen soy;
hasta berrear, hasta implorar que la vida me deje para no sentir más.
Es el camino más fácil el de abandonar, es la ruta directa,
es la que se supone no debemos tomar para que exista un motivo.
En la ciudad las miserias humanas están en vidrieras acortinadas,
en la Tierra el árido campo de batalla está rodeado por un jardín.
La fortuna está regada con la sangre de los desafortunados.
No es difícil ver más profundo si uno pone atención a las conexiones,
si se abren los brazos y se deja a la brisa del tiempo penetrar los sentidos,
si dejamos de ver lo que pisamos y miramos alto hacia el horizonte...
ahí es cuando dejo de sentirme armadura, y suelto el llanto una vez más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo lo veo asi es como una pintora que vos le decis que pinta tal paisaje pero sin mostrarselo y lo pinta tal cual, jo tenes una habilidad para transcribir lo que mucho muchas veces pensamos y no sabemos como explicar eso te hace una poeta maravillosa, confieso que hacia mucho que no me atrapaban los poemas como lso tuyos.