30 de octubre de 2006

Fósforo

Prendo un fósforo
lo observo embelesada
-un poco orgullosa de haberlo encendido-
¡como si no supiera que se extinguiría!
Describo en mis pupilas detalladamente
los matices dorados del chispazo
en la fricción de la pólvora y la caja;
el color flameante de su lumbre, 
la manera en que arde la madera:
la cremación expedita de la materia,
el grado de calor que pasa a la mano,
la forma caprichosa que va adquiriendo la ceniza.
Todo un maravilloso espectáculo
en ocho segundos eternos.
Lisonjeaba la grandeza de una llama,
limitada como un suspiro al viento;
y eso que sólo encendí un fósforo,
no sé lo que haré cuando logre prender un leño.

3 comentarios:

Lisandro dijo...

Seguro que con ese fósforo no prendiste ninguna planta de esas... locas?

JHR dijo...

Jajaja nooo... es una metáfora, mi querido Watson

Lady Stardust dijo...

Hola loca, muy bueno lo del fosforo....pero es mejor cuando ensendes con un fosforo el cigarrillo, y pitas, mientras sentis el ruido de como se comienza a quemarse el tabaco....y el sabor llega hasta tus sentidos, todod eso con un fosforo